Cuantas veces me he parado a pensar en todas las situaciones
por las he pasado antes de conocer a alguien especial, y cuantas veces me he
parado a pensar por las fases que pasas durante una relación, la magia del principio (que a veces dura solo
unas horas), la obsesión, la desconfianza,
y en mi caso por desgracia hasta el momento… el engaño.
Quedamos unos cuantos amigos para comer y para ir al teatro,
ya que hacia tiempo que no nos juntábamos y para ponernos al día de nuestras
vidas, nuestros trabajos, nuestras relaciones…
Ellos eran: Juan, que a sus espaldas cargaba con una
relación fallida de 5 años y tres hernias discales, (ambas superadas según el) nos
comentaba que había conocido a un chico maravilloso a trabes de una aplicación
del teléfono, y que tras una noche de sexo y sin que le pidiera nada ni querer
nada a cambio, éste le ofreció un trabajo fuera de la ciudad con todas las
comodidades del mundo…, y que el acepto, nosotros no nos acabábamos de creer semejante situación
en los tiempos que corren, y que a cambio el no quisiera nada… Juan insistió en
que estaba seguro de lo que hacia, y que el estaba entusiasmado para empezar una nueva vida, que por desgracia nos
alejaría de el.
Paco, lo que acarreaba en su inmensa espalda, era una
relación estable (que todos considerábamos turbulenta i tóxica) de 13 años,
aunque el siempre nos decía que el amor podía con todo… aunque los demás
sabíamos que lo único que podía con todo
era esa fornida espalda de Espartano que tenia.
Jorge, solo nos contaba sus encuentros esporádicos, era el
eterno soltero que además alardeaba de ello, y que estaba convencido que era sin duda alguna la mejor condición
para el ser humano, que chocaba conmigo que no paraba de contar aventuras y desventuras fallidas en busca del amor y de la pareja perfecta, lo que según ellos me convertía en el
eterno aspirante a agaporni.
Entramos al teatro, a ver la obra “Lo tuyo y lo mío”, una
comedia musical de pequeño formato donde solo habla la música, así es como se
vendía, y además los protagonistas eran dos actores que conocía y que deseaba
volverlos a ver en acción.
Durante la obra, que resulto ser maravillosa, entretenida,
tierna, divertidísima, y que sobre todo consiguió que no nos dejara indiferente
a nadie, dejo ver ante nuestros ojos según iba avanzando la historia, todos
aquellos estados de ánimos por lo que habíamos pasado anteriormente en antiguas
o presentes relaciones, y saco a la luz aquellos secretos y sentimientos que
todos los presentes escondíamos dentro y nos atrevimos a decir durante la comida… Las intensas lagrimas de Juan al son de
una flauta travesera, dejaron ver su desesperación en cambiar de vida y la
añoranza de un amor pasado, los labios de Paco, con la mirada hipnotizada en el
escenario y tatareando “lo echamos a suerte”, que quizás ese amor del que habla
y presume en su relación solo es algo ficticio o forzado, la sonrisa picaras de
Jorge, que pensaba que no le importaría pasar por una relación algo seria, eso
si, con el mismo protagonista de la obra, al cual su mirada pedía comprometerlo
entre sus piernas, y por supuesto las carcajadas mías al verme reflejado en
tantísimas de las situaciones que se plantean en la obra... y todo eso cantado al
ritmo de canciones deliciosas…
Cuantas veces me he parado en pensar en todas las fases que pasas durante una relación, la magia del principio, la obsesión, la desconfianza… y aunque acabe en el engaño, desde hoy, después de salir de ver "Lo Tuyo y Lo Mío", se que todo está acompañado de canciones maravillosas que por lo visto también han vivido María Jiménez, Mónica Naranjo, Raphael, Hombres G, o la mismísima Alaska, canciones que acompañan a todas las relaciones sean de quien sean, las tuyas, y las mías.
Cuantas veces me he parado en pensar en todas las fases que pasas durante una relación, la magia del principio, la obsesión, la desconfianza… y aunque acabe en el engaño, desde hoy, después de salir de ver "Lo Tuyo y Lo Mío", se que todo está acompañado de canciones maravillosas que por lo visto también han vivido María Jiménez, Mónica Naranjo, Raphael, Hombres G, o la mismísima Alaska, canciones que acompañan a todas las relaciones sean de quien sean, las tuyas, y las mías.
Lu.