martes, 16 de abril de 2013

Actores de reparto


Una de las ventajas de trabajar en el departamento de espectáculos de una gran empresa como Port Aventura, es la cantidad de oportunidades que le brindan a uno de conocer gente nueva de todo tipo, interesante, divertida, guapa, famosa, antipática... hay cabida para todos, aunque yo me quede con Cristian.

Aquella tarde de Junio, la jefa nos presento a el nuevo actor que se incorporaba en la plantilla. Cristian, Madrileño, guapísimo, y sin que antes nos mostrara sus facetas como actor, yo ya le había otorgado el Goya al mejor actor de reparto cuando al cambiarse pude contemplar aquel torso de pecado esculpido con cincel, y ante mi mirada indiscreta, el me miro y me sonrió mientras seguía cambiándose, la cosa arrancaba bien. 


Fueron pasando los días, y las comversaciones con Cristian se hacían cada vez más habituales. Roces, sonrisas de complicidad, y aunque un amigo suyo me advirtiera de que Cristian no era la persona que me convenía yo seguí jugando aquel juego con el hasta el punto que mi imaginación me hacia visualizar una vida como si fuera uno de esos folletos de los testigos de Jehová, con el en una casa con jardín (probable mente heredada de mis padres), con una estufa de fuego en el suelo y dos pastores alemanes e nuestro alrededor.

Un día al terminar de trabajar le lleve al piso donde tenia alquilada una habitación durante su estancia aquí, y de camino me confeso que el era bisexual... de golpe el silencio se hizo... mi vida de folleto de testigos de Jehová se esfumo quedando mi mente en blanco, y el tubo que notar mi sorpresa en el rostro ya que tampoco no dijo nada, mientras irónicamente se escuchaba en la radio “No llores” de Gloria Estefan, y con un esfuerzo supremo, hice caso a Gloria.

No derrame ni una lágrima aunque tenía claro que en mi búsqueda de la pareja perfecta era imposible mantener una relación con una persona que no tenia clara su sexualidad... o al menos es como yo entendía la bisexualidad, siempre he pensado que como decían en Sexo en Nueva York “La bisexualiad no es más que la primera parada hacia homo-city”.

Se despidió y bajo del coche, y antes de entrar en el portal dio media vuelta, se dirigió a la ventana del conductor donde estaba yo, y sin decir nada me dio el primer beso, y mientras nuevamente se alejaba dirigiéndose hacia el portal, los pastores alemanes volvían hacer acto de presencia sin parar de ladrar.

Los besos se empezaron hacer asiduos incluso en el trabajo, y los roces pasaron a tocamientos descarados que pedían una cama a gritos, y mi calentamiento hizo quemar por completo de mi mente la palabra bisexualidad, así que sin poder aguantar más le invite a pasar una noche en un hotel rural que ya había reservado antes, y el acepto.

Llegamos al hotel y vi materializado el folleto de los testigos de Jehová, un fuego a tierra en la habitación que el encendió, se escuchaba ladrar a los perros que habían en un corral cercano, y la habitación rustica con las sabanas impecablemente blancas y suaves hicieron que casi levitara. Fui al baño y la visión que tuve al salir de el era de cuento, solo iluminado por la luz de la alumbre y de varias velas que el se había encargado de traer mientras me esperaba desnudo frente al fuego... y el fuego aunque no fuera en la estufa, perduro toda la noche.

Al cabo de dos días después que aquel sueño vivido y sin habernos visto antes, nos encontramos en el trabajo nuevamente, y aunque yo entre en camerinos con una sonrisa de oreja a oreja con dos correas en la mano para sacar a pasear los pastores alemanes, el estaba bastante serio, me miro, y me hizo un gesto con la cabeza para salir fuera y hablar con el...

Me dijo que se lo había pasado muy bien aquella noche conmigo, pero (siempre hay un pero en estas situaciones), me confesó que la noche siguiente a nuestro encuentro, había conocido un chico y que se había enamorado de el, tras terminar con la frase me regalo un muñeco de Micky Mouse como agradecimiento por todo... y por si fuera poco me enseño una foto del chico... yo me fui sin pronunciar palabra y me retire con dignidad, dolido pero con dignidad... aunque... ¡¡que coño!! ¡Este tío era un cabrón! Me di media vuelta, y aun siendo Mickyfan le lance el muñeco con toda la furia a la cara, deseando que los pastores alemanes soñados tuvieran la rabia y le mordieran en los huevos y se los destrozaran de por vida, ¿total? ¡Para tirarse al chico de la foto que tenia la misma dimensión que Falete y más pluma que todos los pájaros que aparecen en los folletos de los testigos de Jehová! Casi prefería lo de que fuera Bisexual.

Y esta vez no hice caso de las palabras de Gloria y llore sin parar, estaba claro que Cristian era un buen actor, aunque en lo personal y no el lo laboral.

Lu.




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