sábado, 26 de noviembre de 2011

La puta y la musa (parte2 )


Como en la película de la Bella y la Bestia, después de terminar la cena que nos ofrecieron (dejando siempre algo en el plato por una cortesía que jamás he llegado ha entender) me sacaron a la pista de baile... aunque en esta versión no sonaba ninguna canción que me hiciera suspirar, y mucho menos me hablaba el corazón, pero seguía bajo el punto de mira del artista...

Al terminar todo el bodorrio, y tras varios susurros y un beso fruto del alcohol, decidí irme a dormir con el, ya que me había regalado el oído toda la noche, me pareció algo injusto que todos ya me hubieran visto desnudo antes menos el.

Fuimos a su casa, y tan solo entrar me di cuenta de que allí se respiraba lujo, cuadros por todas partes, lamparas inmensas, figuras de swarovski... entre tanto mover la cabeza de lado a lado embobado mirando aquel palacio y con lo que había bebido, me entraron unas ganas terribles de vomitar, pero me pareció que en aquel "reino" no estaría muy bien visto hacer semejante acción, así que me dedique a buscar a Ivan que aprovecho mi despiste para desaparecer.

Tras registrar toda la planta baja subí al piso de arriba donde había una habitación enorme con las puertas del balcón abiertas, me asome, ya bajo las luz de luna le vi, estaba con la camisa abierta dejándola ondear por el suave brisa que corría... y con una sonrisa y una rosa, me acerco su mano haciendo un gesto para que me acercara a el... ante aquella cursilada mis ganas de vomitar se hicieron más patentes...

Tras aquella tórrida y cursi noche, las citas con Ivan fueron más continuadas con cenas en lujosos restaurantes, inauguraciones de grandes exposiciones, y fiestas con gente importante y con buenos trajes, cada cita era para mi como un desfile particular de grandes firmas, Donna Karan, Lydia Delgado, Toni Francesc, Arman Basi... mientras yo desfilaba con lo más rebajado del Zara, (cosa que también tiene su arte).

Aquella situación me provocaba una sensación agradable, pero a la vez descorcentante, estaba metiéndome en un mundo que no dominaba, y yo no era nada más que una marioneta que se movía a la merce de Ivan, y lo más curioso de todo, es que ivan pasando los meses, iva asistiendo a mas exposiciones de artes, iva conociendo sus proyectos, y en muchos de ellos me hacia partícipe de ellos sin que yo tuviera idea de arte como si fuera su inspiración, y más que aquella noche en la que nos conocimos, jamás volvió a ponerme la mano encima, jamás volvió a repetirse un beso, jamás volví a verle desnudo, no entendía nada.

Tras pasar cinco meses repitiéndose la historia, llego la Navidad, y con ella, ésta musa dejo de ejercer como tal para cogerse vacaciones, sin que jamás volviera a saber sobre el Artista, ni ha volver a inspirar...

Lu.

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